Amable lector. Famosos son ya los Axiomas de la Comunicación (P. Watzlawick), pero para quien no los conozca recuerdo aquí el primero de ellos:
Axiomas de la Comunicación:
La Imposibilidad de no Comunicar: No hay nada que sea lo contrario de conducta. En otras palabras, no hay no-conducta, y es imposible no comportarse. Por mucho que uno lo intente, no se puede dejar de comunicar. Actividad o inactividad, palabras o silencio, tienen siempre un valor de mensaje: influyen en los demás, quienes a su vez, no pueden dejar de responder a tales comunicaciones, y por ende, también comunican.
Por lo tanto, es imposible no comunicar, ya que debo comunicar que no quiero comunicar.
Axioma: “Es imposible no Comunicar”
En cuanto a los que siguen, como dice 'Doug' Coughlin (Bryan Brown en la película “Cocktail”) en su carta de suicidio a Brian Flanagan (Tom Cruise):
”... y el resto, ignóralos”.
Pienso que en este fundamental axioma hay, un fundamental error. Que radica en no comprender, la dirección de la información que recibimos acerca del medio que nos rodea, y cómo es que se inicia el bucle de la ilusión de la comunicación.
Cuando lo que percibimos es una cosa, el mundo y sus objetos son otra. El que comunica no existe en verdad, y somos nosotros quienes quedan ahí para atender constantemente al mundo y las cosas.
Como una suerte de gesto artístico sobre los objetos. Un gesto en sí mismo, que primero no significa nada para nadie.
Entonces:
X. Imposible es no dejar de decodificar información: dada nuestra capacidad de interpretar, y de resolver problemas constantemente. Hay no-conducta y es posible no comportarse ante los ojos de otra persona sí, quien recibe esta información, procesa, decodifica y entiende, sí. Actividad o inactividad, palabras o silencio, tienen siempre tienen un mismo valor; influir en los demás. Y por lo tanto, la comunicación no existe.
(Axioma número X)
Somos como una suerte de burbujas sin posibilidades de comunicación, en donde el mundo que nos rodea bien podría no rodearnos, como dios, ni nosotros entre nosotros tampoco.
Lo que tú me dices, no lo dices, no eres tú quién lo dice, soy yo quien lo escucha.
Tan – tán ,o, Chin-chín.[1]
[1] Marci, gracias por el final.
5 comentarios:
Señor, primero un caluroso "hola", segundo, siempre tuve problemas con Watzlawick, uno, por el nombre y dos, porque lamentablemente, el privilegio del hombre no es "nacer libre", como dice Incubus, sino más bien, el de tener la simpática "habilidad" de simbolizar, quizás la Impoisibiliodad de no comunicar sólo demuestra nuestra prosaica virtud de no salir de la carverna aristotélica... pero bueno, sino me entiende, suele pasar...
pd: Un amigo comentó una vez acerca de Wittgenstein y su Tractatus Logico - Philosophicus, y de especial manera en su punto 7, cito: De lo que no se puede hablar, mejor es callarse. (Cabe destacar la grandilocuencia en su hablar, yo prefiero decir que hay cosas que es mejor no saber)
Agradecer debes tú no a mí, sino a Miyasaki.
Ah. Y Lagos dice que hablo garndilocuentemente. Habría que matarle y colgarle por los testículos puesto que olvida la grandilocuencia en su forma de gritar a Neruda tirándole un libro de Gonzalo Rojas.
Juá.
Ya.
Shao.
...y claro, puesto que el otro también olvida que mientras un vendedor de libros moría, aquel robaba libros descaradamente...
Señor Lagos es de esperar que en el próximo stand de Gonzalo Rojas muestre un libro de Neruda.
Sólo el que no conoce las cosas dice que no existe lo que no conoce... pero si, la inactividad es pocible, ya que existe la actividad, nada existe sin su opuesto (no es axioma, es ralidad), el que vive en el barro dice que no existe la limpieza, el que vive en la oscuridad dice que no existe la luz. Es un asusno de comodidad, es más fácil decir que no existe a luchar por encontrar. Es más comodo quedaerse como un homosapiens que convertirse en un seh humano.
Publicar un comentario