miércoles, octubre 08, 2014

De la serie: Agua y Piedra

"No tienen, no, narices
los hijos caídos de Eva...
¡Ay, para el olor feliz del agua,
el recio olor de una piedra"

El canto de Quoodle, G.K. Chesterton.




Chile; largo y estrecho laberinto geológico de agua y piedras.

Agua. Espejo transparente de piel invisible, ágil y sin memoria. Camina, corre, cae y se precipita con el rostro de las cosas sin su cuerpo, libre de voluntad, de coyuntura, de tendones. Música de coro espectral.

Piedra. Elemento base de construcción y sustento de nación básico. Criatura lenta. Dados que celebran el juego del creador. Esculturas de tiempo. Testimonio de mapas, memoria de lugar, almohadas de la historia. 

Piedra y agua se encuentran en la alquimia de su erosión que viene a alterar el paisaje. Paisaje que es fondo y lienzo donde nuestra vida ocurre; donde emerge, brota, aparece, se plasma y se diluye, en trémulas resonancias reminiscentes al olvido.





"Y en esa verde punta
que está brotando en ti de no sé dónde
hay algo que en silencio me pregunta
o silenciosamente me responde"

El árbol. Antonio Machado